Decidí buscar ayuda psiquiátrica siguiendo el consejo de mi ex esposa, como gesto de agradecimiento por haber aceptado el divorcio y permitirme vivir en soledad. Me escuchaba con atención, y al callar, él realizaba un comentario breve y preguntaba. Comencé el relato:
―A media noche, al pasar por la calle del cementerio, escuché una voz que de adentro me llamaba…
―Esa situación suena intrigante. ¿Qué pasó después? ¿Te detuviste a investigar o seguiste tu camino?
―Me quedé paralizado.
―¿Lograste identificar de dónde provenía la voz o si era solo tu imaginación jugando una pasada?
― La voz… susurraba mi nombre. Mi mente en blanco.
― ¿Te atreviste a descubrir quién o qué causaba esta misteriosa llamada?
Una larga pausa. Nos miramos los dos: Médico y paciente. Luego respondí con serenidad:
―Grité, y me desperté. Mi madre llegó y me dijo: «Tranquilo, Lucho».
―¡Vaya, fue solo un sueño! ¿Te sentiste aliviado al despertar y darte cuenta de que todo era producto de tu imaginación?
―Lo extraño fue que en ese momento no recordaba la pesadilla, luego la recordé en una sesión de espiritismo.
―¿Te generó esa sesión de espiritismo alguna comprensión adicional sobre el sueño o te ayudó a procesarlo de alguna manera?
―Solo fui invitado por mi compañero en el camino, aunque él sabía que yo era escéptico, pero por eso mismo me estimulaba. Fuimos, y viví la experiencia que me develó las imágenes y sonidos de mis pesadillas.
― ¿A pesar de ser escéptico, te resultó interesante la sesión o simplemente confirmó tus creencias preexistentes?
―Las pesadillas son menos espaciadas, de vez en cuando; a las personas que duermen cerca de mí en un hotel o en una finca, les advierto, por si acaso, y les doy la fórmula mágica: “Tranquilo, Lucho”. Al día siguiente, algunos confirman que grité, pero otras veces, al parecer, dormí con placidez.
―¿Y tu compañero en el camino?―me preguntó.
―Cada uno siguió su propio camino. Yo continúo solo en medio de la multitud. Gracias por escucharme. Mi exesposa sugirió esta visita y mi compañero me introdujo en las ciencias ocultas. ¿Qué hacer? ― cuestioné.
―Sigue tu camino; y tranquilo, Lucho― concluyó el psiquiatra.
AUTOR: LUIS ALFONSO PÉREZ PUERTA (COLOMBIA)
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Luis Alfonso Pérez Puerta (Colombia) es Comunicador Social – Periodista, actor y escritor. Ha participado en diversos talleres literarios en Medellín, entre ellos el Taller Literario Aquileo, del Parque Biblioteca Belén y la Biblioteca Comfenalco. Seis poemas publicados en la antología de los talleres literarios Libro Árbol IV (Comfenalco, 2003). Su poesía y narrativa también han aparecido en revistas digitales como Escritores Rebeldes y en medios como El Correo.co y El Espectador. En 2024 participó en el Festival Internacional de Poesía del Valle del Río Grande (Texas, EE.UU.), con la publicación en una antología en PDF del poema: “Con aroma de café”. Autor de relatos breves, columnas de opinión y ensayos, concibe la literatura como un espacio de memoria, sensibilidad y resistencia, donde la palabra ilumina el instante y proyecta la esperanza.
